Acné en el adulto: causas y soluciones
- Publicado en Belleza y Estética
Por Dr. Reynaldo Arosemena - Dermatología
Cuando hablamos de acné, casi siempre pensamos en los adolescentes; sin embargo, no se trata de una afección limitada sólo a este grupo etario. Los adultos también pueden padecer de acné y es más común de lo que se cree.
Se estima que hasta el 40% de los adultos de 25 años de edad o más tienen imperfecciones en la piel con propensión al acné, de los que entre el 75 y 85% son mujeres. El acné del adulto (también llamado acné tardío) suele ser común en mujeres que toman píldoras anticonceptivas, desde el inicio de la adolescencia y se pasan a otro método o forman una familia. Tan pronto como dejan de tomar este medicamento, aparecen las imperfecciones.
El acné es una enfermedad común de la piel, que se produce por un exceso en la cantidad de sebo, que genera obstrucción de los poros con acumulación de bacterias y posterior inflamación.
El en caso del acné del adulto, este se clasifica en dos tipos, según la edad de inicio:
- Acné persistente: es aquel cuadro de acné que inicia durante la adolescencia y persiste más allá de este periodo.
- Acné de inicio tardío: aquel cuadro de acné que ocurre por primera vez después de los 25 años de edad.
Causas y factores de riesgo
Para el acné post adolescente o acné del adulto, las causas aún no han sido definidas con certeza. La influencia de las hormonas ha sido ampliamente investigada; no obstante, que esta sea la causa sigue siendo un tema controvertido, porque, aunque influyen en el desarrollo de la enfermedad, la mayoría de los pacientes no presentan un trastorno endocrino. También se ha vinculado la acción de la progesterona en el acné del adulto y esto parece explicar el por qué ciertas mujeres pueden tener brotes al inicio de la menstruación.
Por otro lado, se cree que otra causa o factor de riesgo es el consumo de tabaco. Algunos estudios han revelado que la nicotina encontrada en los cigarrillos, obstruye el orificio de salida de los poros en la piel.
Soluciones para el paciente
Entre las más frecuentes complicaciones o secuelas físicas del acné está el desarrollo de manchas en la piel y cicatrices; sin embargo, quizá el impacto que tiene en el ámbito emocional es más importante. Cuando el acné es severo, puede -incluso- causar depresión.
El diagnóstico del acné es clínico y es realizado en el consultorio, por un médico dermatólogo. El estudio de los antecedentes del paciente es muy importante e incluye: duración de las lesiones (de semanas a meses, y hasta años), estación (si cambia por temporadas durante el año) y los síntomas, que es igual a presencia de dolor en las lesiones (sobre todo en aquellas de tipo quístico).
Requiere además de una exploración física. El dermatólogo evaluará las lesiones para determinar de qué tipo son, que forma tienen, cuál es la distribución del acné y cuáles son los sitios de frecuente aparición.
En algunos casos, para diagnosticar el acné también se puede llevar a cabo un estudio hormonal para la detección del síndrome de ovario poliquístico (el propio ovario produce un exceso de hormonas masculinas o andrógenos), aunque en la mayoría de los pacientes con diagnóstico de acné, las hormonas se encuentran en un nivel normal.
Respecto al tratamiento, este puede variar según la forma de acné que predomine. En las formas leves utilizaremos medicamentos cuya presentación viene en forma de cremas o gel. Si se sospecha que la causa es hormonal o la presentación del acné es de carácter severo, se requerirá un manejo tanto con medicamentos para aplicar sobre la piel como de administración oral. Asimismo, para el tratamiento del acné contamos con múltiples opciones acorde a la necesidad de cada paciente. Dichos tratamientos pueden combinarse con procedimientos como peelings químicos, microdermoabrasión y microagujas, entre otros.
El acné es una enfermedad de la piel, que debido a sus complicaciones requiere de atención de calidad y el dermatólogo es el especialista más calificado e idóneo para proveerla.