Las variaciones del clima, así como otros factores ambientales o hábitos como ser fumador, ser alérgico respiratorio, tener exposición a tóxicos o contaminación, son algunas de las causas del desarrollo de cuadros de sinusitis. En la provincia de Chiriquí, estos cuadros son igual de frecuentes que en el resto del país, afectando quizá en mayor cantidad a quienes viven en las denominadas Tierras Altas o a quienes su rutina diaria los obliga a desenvolverse en ambientes con variaciones significativas de temperatura. En la ciudad de David, usted podrá acceder a especialistas que pueden apoyarle con un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado para esta afección.
La sinusitis es una afección de las vías aéreas superiores, que es descrita por la inflamación de la mucosa de los senos paranasales, que puede ser causada por un hongo, una bacteria o un virus, o como parte de una reacción alérgica.
Los senos paranasales son pequeños huecos llenos de aire. Se dividen en senos frontales (están en la parte frontal del cráneo, situados encima de la nariz, en la frente), senos etmoidales (se sitúan en los laterales de la nariz, entre los huesos) y senos maxilares (localizados en las mejillas). En situaciones normales, el aire pasa a través de los senos sin problema; sin embargo, las personas que padecen sinusitis tienen bloqueados estos espacios y sufren molestias y dificultades a la hora de respirar.
La inflamación de la mucosa sinusal (sinusitis) normalmente está asociada con la inflamación de la mucosa de la cavidad nasal (rinitis), cuadro que se conoce como rinosinusitis.
La sinisutis es una patología muy común en la población general, por lo que suele ser vista por una variedad de especialistas. Asimismo, puede presentarse con una amplia variedad de síntomas, que en algunos casos pueden tener una significativa repercusión en la calidad de vida de quienes la padecen.
Tipos
Existen dos tipos de sinusitis, que vienen determinados por la duración de la enfermedad y sus síntomas:
Sinusitis aguda: su duración es menor a 12 semanas. Es una patología muy frecuente y se le estima una prevalencia entre el 6 y el 15 por ciento. Causada principalmente por infecciones víricas y conocida en ocasiones como catarro común. Es más habitual en las épocas invernales. Se estima que entre el 0,5 y el 2% de estas rinosinusitis agudas víricas se convertirán en bacterianas, caracterizadas entonces por presencia de mucosidad purulenta, fiebre, dolor unilateral intenso, empeoramiento posterior al inicio de la recuperación. En estos casos está indicado el uso de antibióticos sistémicos.
Sinusitis crónica: su duración es igual o mayor a 12 semanas. Con una prevalencia estimada de entre el 2 y el 16% de la población. Existen dos tipos principales: con pólipos y sin ellos. Debido a su curso crónico y su molesta sintomatología los subtipos más graves de estas sinusitis pueden generar una gran alteración de la calidad de vida del paciente.
Además de por las bacterias, también puede ser causada por hongos.
Causas y factores de riesgo
Las causas principales de la sinusitis son las infecciones, que pueden ser víricas (las más frecuentes), bacterianas y fúngicas.
Otras causas relacionadas son los mecanismos inflamatorios y del sistema inmune del propio paciente, que pese a estar ampliamente demostradas sus implicaciones, todavía se desconoce del mecanismo exacto.
Por otro lado, entre los factores de riesgos que predisponen a la sinusitis están: variaciones climáticas, el ser fumador de tabaco o fumador pasivo, exposición ambiental o laboral a la contaminación, a irritantes utilizados en la industria y a la exposición al humo; variaciones anatómicas individuales (desviaciones septales y del tabique nasal, falta de desarrollo de los senos paranasales, espolón óseo nasal o la presencia de pólipos nasales).
Otros factores de riesgo son las alergias, el asma, un sistema inmunológico débil o inmunosuprimido (pacientes oncológico o con VIH), hipertrofia de adenoides y sometimiento a fuerzas como la gravedad y la presión (volar, bucear, montañismo, etcétera).
Síntomas
Las personas con sinusitis pueden presentar los siguientes síntomas, de manera separada o a la vez:
- Dolor y presión detrás de los ojos y en la zona maxilofacial.
- Secreción y congestión nasal.
- Pérdida parcial o total del sentido del olfato.
- Fatiga y sensación de malestar general.
- Cefalea o dolor de cabeza.
- Fiebre.
- Dolor de garganta y goteo entre la nariz y la faringe.
- Tos, que tiende a empeorar por la noche.
Cuando una persona presenta un cuadro de sinusitis aguda, estos síntomas suelen aparecer tras el séptimo día de un resfriado que no ha mejorado o que incluso ha empeorado. En el caso de una sinusitis crónica, los síntomas son los mismos, aunque más leves.
A pesar de que no es frecuente que se produzcan complicaciones, una sinusitis puede provocar absceso (aparición de pus en una zona determinada que causa dolor e inflamación), meningitis, osteomielitis e infección cutánea alrededor de los ojos.
Si los síntomas duran más de 14 días o se agravan con un resfriado a partir de los siete días, si presenta fiebre, si padece un fuerte dolor de cabeza, si los síntomas perduran luego de haber tomado un tratamiento antibiótico o si nota algún cambio en la visión durante una infección, debe acudir a un especialista en otorrinolaringología.
Diagnóstico
En concreto, existen disponibles las siguientes pruebas y exámenes:
Rinoscopia: es una endoscopia nasal mediante la que se introduce un tubo para ver los senos paranasales.
Tomografía computarizada: para ver las aberturas paranasales y observar el estado de los tejidos y los huesos.
Resonancia magnética: para comprobar la posible presencia de tumores e infecciones en los senos paranasales.
Transiluminación: el especialista proyecta una luz contra los senos para comprobar si están inflamados u ocupados.
Hacer presión sobre el área sinusal para causar dolor, lo que significa que hay infección o inflamación.
Prevención
La prevención está basada principalmente evitar los factores predisponentes, como el contacto con contaminantes, humo del tabaco y tóxicos. Por otro lado, evitar el contacto con agentes infecciosos siguiendo las buenas medidas de higiene también reduce las tasas de sinusitis, especialmente en el caso de las agudas.
También se recomienda aumentar la humedad del cuerpo y de las vías sinusales mediante la ingesta de líquidos, especialmente agua, y el uso de un humidificador; tratar rápidamente y de forma eficaz las alergias; evitar el humo y espacios contaminantes; administrar descongestionantes si se sufre una infección de las vías respiratorias.
Por Dr. Teófilo Gozaine - Otorrinolaringología