¿Alguna vez te has preguntado qué daños puede causarte usar zapatos ajustados? Va más allá de la incomodidad. No se trata simplemente de que nuestros pies se sientan un poco apretados. Este hábito trae consigo malformaciones y problemas podológicos importantes.
Una de las primeras evidencias de que no estamos eligiendo el calzado adecuado para nuestros pies, es la aparición de durezas, callos y roces, que pueden generarnos mucho dolor. Esto indica claramente que ese zapato le queda ajustado a nuestro pie o que simplemente no es un calzado de calidad, produciendo molestias debido a su material.
Los zapatos demasiado ajustados, especialmente en la zona de los dedos, son los principales causantes de dos problemas y malformaciones podológicas importantes: los dedos en garra o de martillo y el juanete, que sólo pueden corregirse con cirugía. Ambos patologías pueden prevenirse si elegimos calzado de nuestra talla o de la talla que no nos quede ajustado, ya que es posible que las tallas varíen según el modelo y tipo de calzado.
Los llamados pies cansados también son consecuencia, en muchas ocasiones, de usar zapatos apretados. Y es que nuestro pie no está cómodo en esa horma, por lo que el simple acto de caminar o estar de pie hace que los pies se hinchen y se sientan pesados.
Los problemas circulatorios, el mal olor, las uñas encarnadas y la formación de hongos en los pies (incluyendo las uñas) son también una consecuencia del uso frecuente de calzado ajustado.
Para elegir el calzado adecuado para tu pie, debes conocer primero qué tipo de pie tienes. Puedes acudir ante un especialista en ortopedia, específicamente especialista en pie y tobillo. Debes también tomar en cuenta tu talla y sobre todo tus actividaded diarias y tu comodidad, ya que andar frecuentemente con zapatos ajustados puede generarte importantes problemas de salud, que podrían afectar tu calidad de vida.
Por Dr. Arkel González – Ortopedia y Traumatología. Cirugía de pie y tobillo